¿Acabas de comprar un colchón y se hunde? Evidentemente, lo ideal en un colchón que hemos comprado para dormir, es que no se hunda, aunque todo depende de lo que entendamos por hundirse. Un colchón, aunque tenga una capa superficial de espuma, de viscoelástica (lo más habitual) o de látex, entre otras, que permita amortiguar la caída del peso y provocar un cierto hundimiento ante la presión de la mano, debe tener la firmeza suficiente para mantener nuestra columna recta mientras dormimos.
Si tu colchón recién comprado se hunde, puede deberse a varios motivos:
- El colchón es para un niño, y lo está probando un adulto, o simplemente, no es adecuado para tu peso. Ya sabes que uno de los condicionantes a la hora de elegir un colchón es el peso; por eso, si has comprado el colchón para tu hijo pequeño, y notas que ante tu peso de adulto cede u se hunde, puede ser algo normal.
- Has comprado un colchón que se hunde. Si no te has asesorado antes con la ayuda de un especialista, es posible que hayas comprado un colchón con unas características que no son las que esperabas. No es que se encuentre defectuoso el colchón, es que has comprado un colchón que se hunde sin saberlo. Ésta es la causa que responde a la mayoría de los que se preguntan si es normal que un colchón nuevo se hunda, y detrás de la duda suele haber en muchos casos colchones de espuma.
- Tu colchón está defectuoso. Es muy poco probable que esto suceda, prácticamente imposible tratándose de un colchón nuevo y recién estrenado.
Qué colchones se hunden
Este tema ya lo tratamos cuando hablamos de los colchones que se adaptan al cuerpo, pero al hilo de eso, precisamente, nos parece que debe quedar muy clara la diferencia entre adaptarse al cuerpo y hundirse.
- Un colchón se adapta al cuerpo cuando contiene un bloque principal que aporta la firmeza suficiente para soportar el peso del cuerpo, ya sea éste de muelles, de visco, o del material que sea, y en la superficie cuenta con una o dos capas cuyo fin es permitir una leve cesión que favorezca la sensación de confort, que evite la sobrecarga de la zona, los hormigueos, problemas circulatorios, etc. En este segmento se encontrarían los colchones viscoelásticos y los colchones de látex nuevos.
- Un colchón se hunde cuando su estructura principal no ofrece la resistencia suficiente para el peso de nuestro cuerpo (siendo nuevo, pues siendo un colchón viejo, puede haber sido adecuado en un principio, y haber perdido sus cualidades), provocando una ondulación excesiva en las zonas que concentran un mayor peso: las nalgas y caderas. Esto, sobre todo a medio y largo plazo, puede acabar provocando serios problemas de columna, caderas, cuello, etc.
Por lo tanto, una vez más, reiteramos la importancia de acudir a una tienda especializada a la hora de comprar colchones, con el fin de elegir siempre modelos de colchones que no se hundan, colchones adecuados para nuestro peso, para nuestras características, para nuestro confort y descanso.
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