Es algo que todos intentamos retrasar lo máximo posible (ya que hacerlo suele ser algo caro), pero es algo inevitable y que, además, es muy necesario para nuestra salud. Hablamos de cambiar de colchón. Y es que cualquier producto del mercado tiene una vida útil, y los colchones no son una excepción. De hecho, la renovación del colchón es incluso más importante que la de otros muchos artículos, ya que, del estado del colchón, depende nuestro descanso y, por ende, nuestra propia salud.
Pero, ahora, nos surge una pregunta: ¿cuándo hay que cambiar el colchón? Este interrogante se repite constantemente en muchos hogares de todo el mundo, ya que los usuarios no solemos tener muy claro cuándo es el mejor momento para deshacernos de nuestro viejo colchón y adquirir uno nuevo.
La respuesta suele venir de la mano del propio fabricante del colchón. Cuando lo compramos, una etiqueta o un pequeño manual suele avisarnos del tiempo recomendado de uso del colchón. Sin embargo, si han transcurrido ya varios años desde que compramos el colchón, lo más probable es que dicha etiqueta sea ya ilegible o que hayamos extraviado el manual. Entonces, ¿cuándo es mejor cambiar de colchón? Los expertos en la materia (tanto en el mundo de los colchones como en el ámbito de la salud) nos dicen que la vida útil de un colchón no debe sobrepasar los 8 ~ 10 años. Y es que, a partir de dicho período de uso, los colchones empiezan a manifestar serios achaques que pueden ser muy dañinos para nuestra propia salud.
Cuándo cambiar un colchón de látex
Evidentemente, los materiales con los que esté fabricado un colchón pueden influir positiva o negativamente en su longevidad. No es lo mismo un colchón de látex de primer orden, que un sencillo y barato colchón de espuma. Por eso, hay usuarios que se preguntan cuándo hay que sustituir un colchón de látex.
La respuesta general, aunque se trate de colchones de látex, debe ser la misma que hemos dicho antes, es decir, seguir las recomendaciones del propio fabricante. Si no recordamos dichas recomendaciones, lo mejor es optar por no sobrepasar esa marca de los 8 ó 10 años de uso, para no arriesgarnos a sufrir problemas de salud derivados de un mal descanso.
Cuándo cambiar un colchón viscoelástico
Otro ejemplo más de lo que comentábamos en el apartado anterior lo encontramos entre los usuarios de colchones viscoelásticos, que se preguntan acerca de su vida útil. Una vez más, tenemos que decir que lo más recomendable es seguir las instrucciones que nos ha brindado la propia marca o fabricante con respecto al tiempo de uso del producto.
Si se da el supuesto de que hemos olvidado dichas instrucciones o las hemos extraviado, y queremos saber cuándo hay que sustituir un colchón viscoelástico, tendremos que recurrir, una vez más, al consejo de los expertos de no superar el tiempo de 8 ~10 años de uso de un mismo colchón. Hay que señalar que no se trata de una argucia comercial para que la gente se gaste el dinero en un nuevo colchón, sino que es una recomendación pensada para prevenir problemas de salud (dolores de espalda y cuello, fatiga, mal descanso, etc.) entre la población.
Cuándo un colchón ya no sirve
Hemos de tener cuidado, no obstante, porque esos 8 ó 10 años que hemos mencionado como tope para la vida útil de los colchones son una mera referencia, pero no una cantidad de tiempo infalible que se deba aplicar a todos los casos. Cada colchón es diferente, y más aún el uso que le damos cada uno de nosotros a nuestro propio colchón. Por eso, en este apartado, queremos señalar algunos factores que nos ayudarán a identificar cuándo hay que jubilar un colchón…
- Tiempo de uso: este será el primer factor que tendremos en cuenta y, como ya hemos dicho, nos fijaremos en las recomendaciones del fabricante o en ese tope de referencia de 8 ~10 años que hemos indicado anteriormente.
- Cambios en nuestro peso: si hemos aumentado o reducido nuestro peso, o si, por ejemplo, el usuario pasa de la niñez a la adolescencia, puede ser un buen momento para cambiar de colchón a uno que se adapte mejor al nuevo peso.
- Deformaciones en el colchón: con el uso prolongado, o debido a dormir siempre en el mismo punto, pueden surgir deformaciones en la superficie del colchón, dando lugar a bultos y huecos que echarán por tierra la capacidad del colchón de ofrecernos un buen descanso. ¡Es hora de cambiar a un colchón nuevo!
- Problemas con el somier: si el somier está dañado, puede ser otra causa del desgaste del colchón o de la aparición de deformaciones. Al menor indicio de problemas, es mejor cambiarlo también. Al fin y al cabo, es nuestra salud y nuesrtro descanso lo que está en juego.
- Alergias: si padecemos alergias y los síntomas han empeorado en las últimas semanas, en especial, al meternos en la cama, la causa puede deberse a un problema de ácaros o agentes alérgenos en el colchón. Cambiar de colchón puede ser la mejor forma de prevenir un empeoramiento de nuestras patologías o la aparición de problemas nuevos.
- Incomodidad: si cuando duermes en otras camas (en casa de familiares o en hoteles) notas que descansas mejor, quizás sea señal de que el descanso en tu colchón habitual no es óptimo y que haya llegado el momento de cambiarlo. Con un colchón nuevo, podrás disfrutar de un descanso reparador y confortable todas las noches.
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