Los ácaros son una especie de arácnidos de tamaño diminuto, con los que convivimos a diario, pero que, al no ser perceptibles a simple vista, no concedemos la importancia que deberían tener. Los más comunes, los llamados ácaros del polvo o ácaros domésticos, están más cerca de nosotros de lo que podríamos pensar… ¡en nuestro mismísimo colchón! Prevenir su aparición, o detectar su presencia para poder eliminarlos puede ser muy importante para evitar problemas respiratorios y otras afecciones. En este artículo, te enseñaremos cómo saber si hay ácaros en el colchón.
Cómo saber si tengo ácaros en el colchón
Esta es una pregunta que, seguramente, todos nos hemos hecho alguna vez al oír hablar de estos microscópicos arácnidos. En nuestras casas, los ácaros del polvo están por doquier, aunque prefieren los lugares con temperaturas cálidas y con cierta humedad. La cama, que nosotros calentamos con nuestra temperatura corporal y que podemos humedecer con el sudor, se ha convertido en el mejor caldo de cultivo para la aparición de estos bichitos. Por tanto, es muy probable que muchos de nosotros, sin saberlo, estemos compartiendo el lecho con miles o incluso millones de estos parásitos. Y da igual que usemos colchones de látex, colchones de muelles o colchones de espuma… ¡Los ácaros no hacen distinciones!
¿Y cómo detectar los ácaros del colchón? Ya hemos dicho que su tamaño es microscópioco, por lo que descartamos la opción de buscarlos a simple vista. Para saber si estos arácnidos han acampado en nuestra cama, tendremos que estar a tentos a las siguientes señales:
- Picores: si, a lo largo de todo el día (no solo cuando estás acostado), notas que te pica en exceso alguna zona de tu cuerpo, puede ser indicativo de que tienes ácaros en el colchón.
- Alergias: las personas con alergias y otras patologías respiratorias que vean agravados los síntomas (picor de nariz, estornudos, presión en el pecho, mucosidad, etc.) mientras están en la cama, pueden estar siendo víctimas de la presencia de ácaros.
- Eccemas: ¿cuando te levantas por las mañanas y te miras en el espejo, ves que tienes pequeños eccemas o sarpullidos en el rostro, en el cuello, o en otras zonas de cuerpo? Podría deberse a las picaduras de los ácaros.
- Tos: si sufres de episodios de tos cada vez que te acuestas en la cama, podría deberse a una infestación de ácaros en tu colchón.
Estos síntomas pueden aparecer individualmente o varios de ellos a la vez. Por tanto, permanece atento a su aparición, para saber si puedes estar sufriendo la presencia de estos parásitos en tu cama.
Cómo eliminar los ácaros del colchón
¿Se puede prevenir la aparición de ácaros en el colchón, o tenemos que esperar a que haya para poder erradicarlos? Por suerte, los procedimientos que se utilizan para impedir que aparezcan y los que se utilizan para eliminarlos son los mismos, por lo que llevarlos a cabo será una buena idea para cualquiera, los tenga o no en su colchón.
Por eso, en la siguiente lista, te vamos a ofrecer algunos consejos para no tener ácaros en el colchón, que te servirán para prevenir su llegada como para acabar con ellos si ya hubieran llegado. Ya hemos dicho que estos nocivos bichitos gustan de lugares cálidos y húmedos, por lo que estos consejos se basarán en evitar que nuestro colchón se convierta en un hábitat agradable para ellos.
- Ventilar el domitorio: esta es unapráctica muy saludable, independientemente que la hagamos por los ácaros o no. Y es que, durante la noche, el aire del dormitorio se carga y se vicia, por lo que es necesario renovar ese aire durante el día. La mejor forma de hacerlo es abrir la ventana de par en par y dejar que se renueve el aire de la habitación. Al mismo tiempo, estaremos consiguiendo que la temperatura y la humedad de nuestra cama bajen considerablmente, haciendo que nuestro colchón ya no sea tan atractivo para los ácaros.
- Airear la cama: no hagas la cama inmediatamente después de levantarte. Lo mejor es que la abras del todo y dejes que se airee durante al menos una hora. Así, como en el consejo anterior, lograremos mitigar la temperatura y la humedad del colchón para evitar la presencia de los ácaros.
- Cambiar las sábanas regularmente: al menos 1 vez a la semana… Esa es la periodicidad que aconsejan los expertos para evitar que los ácaros campen a sus anchas. Y es que, en nuestras sábanas, se acumulan restos de piel muerta y de algunos fluidos corporales, como el sudor, la saliva la sangre o la orina, que, además de no ser nada saludables para nosotros, suponen un gran reclamo para estos maliciosos parásitos.
- Usar una funda de colchón: si ya hay ácaros en el colchón, colocar una funda puede suponer una barrera para dificultarles que puedan entran en contacto con tu cuerpo. También es buena idea usar fundas para almohadas. Eso sí, al igual que las sábanas, las fundas deben lavarse 1 vez por semana.
- Limpiar todo el dormitorio: aunque es cierto que los ácaros prefieren la calidez y humedad del colchón, también pueden estar presentes en cualquier superficie donde se acumule polvo, como muebles, alfombras, cortinas y cojines. La limpieza a fondo y regular de todo el dormitorio es la mejor forma de mantener a los ácaros alejados.
- Echar bicarbonato sobre el colchón: todas las técnicas anteriores son muy eficaces para impedir que los ácaros se instalen en nuestro colchón, pero su efectividad es del 95%. Ello significa que un pequeño número de ácaros puede resistir en tu colchón a pesar de todas esas medidas. Para acabar con ellos, podemos utilizar una solución de bicarbonato y aceites esenciales sobre el colchón descubierto (echando más cantidad sobre las zonas que presenten manchas). Dejamos que actúe durante un par de horas y, con suerte, habremos acabado con los parásitos restantes.
- Pasar la aspiradora: si has seguido el consejo del bicarbonato, después es aconsejable pasar la aspiradora sobre el colchón para aspirar los restos de bicarbonato, así como los posibles ácaros que hayan quedado por la zona. Si tu aspirador cuenta con filtro HEPA para evitar que esos ácaros vuelvan a salir al ambiente, mejor que mejor.
- Usar acaricidas para colchón: en la actualidad, se comercializan algunos productos diseñados para acabar con los ácaros en el ámbito doméstico, y sin resultar tóxicos para el ser humano. Suelen ser en formato spray, por lo que se puede pulverizar el producto fácilmente sobre colchones y almohadas. Eso sí, después de que actúe el producto, se recomienda pasar la aspiradora para retirar los ácaros muertos.