Hay gente que, cuando llega la hora de dormir, en lugar de alegrarse de poder descansar de todo el esfuerzo del día, se sienten angustiados y oprimidos, ya que les cuesta conciliar el sueño, y se ven sumidos en una espiral de angustias y preocupaciones que les impide descansar en toda la noche. ¡Ojalá hubiera alguna forma de aprender cómo se puede dormir feliz por la noche!
Pues, ¿sabes qué? ¡Que la hay! Sí, sí, existen diversos métodos que nos ayudarán, no solo a dormir mejor y más rápido, sino también a hacerlo de un modo en el que evitaremos las preocupaciones y nos despertaremos, a la mañana siguiente, descansados y de mejor humor. Si estás interesado en estos trucos para dormir feliz, te invitamos a que nos acompañes a través de los próximos párrafos de nuestro artículo.
Los mejores consejos para dormir feliz por las noches
Estás a un paso de poder dejar atrás esas odiosas noches de insomnio, y poder disfrutar de un verdadero descanso reparador cada noche. Y lo mejor de todo: ¡por las mañanas, te despertarás de buen humor y sin preocupaciones ni estrés! Así que vamos a dejarnos de tanta palabrería, y a ponernos manos a la obra. Aquí van los pasos que hay que hacer para dormir feliz todas las noches:
- Crea el ambiente perfecto.
Para conseguir dormir feliz, debemos encontrar un lugar que nos resulte cómodo, agradable y confortable. Por eso, debemos procurar que nuestro dormitorio reúna las características de iluminación, sonido y temperatura adecuadas. Una luz cálida nos ayudará a ir mentalizando a nuestro organismo de que es hora de dormir. Prescindir de ruidos desagradables y escuchar de fondo una música agradable también puede mejor nuestro humor y nuestra predisposición para dormir. Finalmente, una habitación con la temperatura ideal, ni frío ni calor, será la que nos proporcione un sueño más placentero. - Descansa sobre una cama cómoda.
No se descansa igual en todas las camas. Por tanto, a la hora de escoger colchón, escoge uno que te resulte cómodo, que transpira bien y que sea lo suficientemente amplio como para permitirte moverte con cierta libertad en la cama. También es importante que escojas sábanas agradables al tacto, y pijamas confortables, que no cuenten con costuras que puedan molestarte. - Deja la cama solo para dormir.
Hay quien utiliza la cama no solo para dormir, sino también para ver la tele, para escuchar música o para leer su novela favorita. Sin embargo, es mejor reservar la cama únicamente para dormir. De este modo, nuestro cerebro la asociará automáticamente con el momento de descansar y de conciliar el sueño, lo que nos permitirá dormirnos en menos tiempo, y con menos vueltas en la cama. - Evita los sonidos estridentes o perturbadores.
El silencio total será tu mejor aliado para dormir tranquilo, así que evita cualquier ruido que pueda ocasionarte ansiedad o estrés. Por ejemplo, los relojes de mesilla cuyo segundero suena demasiado con un insufrible «TIC-TAC», o la alarma del despertado con sonidos o melodías demasiado estridentes que hagan que te despiertes sobresaltado. Mejor una alarma suave, agradable y que empiece a sonar a volumen bajo para ir subiendo progresivamente y sin sobresaltos. - Crea una rutina previa a irte a la cama.
Dedicar un par de horas todos los días a una rutina con las mismas actividades antes de irnos a la cama, hará que nuestro cerebro y nuestro cuerpo cuenten con una mejor predisposición al descanso. Dicha rutina puede ser un poco de música relajante, un baño, un ratito de lectura, etc. - Usa técnicas de relajación.
Si hemos tenido un día movidito en el trabajo, si hemos discutido con algún familiar, o si nos hemos visto envueltos en un interminable atasco, lo mejor es dejar todo eso atrás, para no sufrir las consecuencias del estrés a la hora de dormir. Para ello, podemos usar técnicas de relajación, como una sesión ligera de yoga, unos instantes de meditación, una pequeña sesión de música o sonidos relajantes, etc. - Apuesta por la alimentación adecuada.
La alimentación es muy importante a la hora de disfrutar de un sueño de calidad y reparador. Por ello, conviene cenar temprano (al menos, un par de horas antes de irnos a la cama), evitando comidas pesadas que nos puedan complicar la digestión, o la ingesta de alcohol que pueda deshidratarnos o darnos dolor de cabeza. También se recomienda beber pocos líquidos en general durante las 2 horas anteriores a acostarnos, para evitar las ganas de ir al baño en plena noche. - ¡Desconecta de todo!
El secreto para dormir sin preocupaciones es no llevarse esas preocupaciones a la cama. Por tanto, no dudes en apagar el móvil y las redes sociales un rato antes de irte a la cama. Tampoco es bueno ver el telediario por las noches, pues casi siempre se trata de malas noticias. Dejar preparadas las cosas que necesitaremos al día siguiente puede ser una buena forma de ganar tranquilidad a la hora de dormir.
Siguiendo estos sencillos consejos, notarás una gran mejora en tu calidad del sueño. Descansarás mejor, evitarás el estrés y el insomnio, y te levantarás de mejor humor. ¿Te animas a probar? ¡Cuéntanos los resultados en los comentarios!