No son pocos los pacientes a los que les resulta difícil dormir después de someterse a una cirugía de hombro. Seguramente, buena parte del problema puede deberse al propio procedimiento y a las molestias y los dolores que ocasionan este tipo de intervenciones. Aunque también juegan otros factores, como la intranquilidad del paciente por estar procesando la cirugía o por sentirse ansioso por la curación. Incluso es posible que alguno de los fármacos recetados para la recuperación tras la operación tenga algún efecto secundario que dificulte la conciliación del sueño. Por eso, en este artículo, vamos a tratar de averiguar cómo dormir bien después de una artroscopia de hombro.
Por supuesto, el principal obstáculo para descansar como es debido por las noches es el dolor. Durante el día, el paciente puede ajustar su posición o postura para sentirse más cómodo y evitar las molestias. Sin embargo, estando dormido o acostado, resulta mucho más complicado moverse para adoptar una posición más cómoda y, a menudo, cualquier mínimo movimiento implica un aumento del dolor…
Muchas personas recurren a su postura de dormir habitual para sentirse más cómodas, pero, dependiendo de cuál sea esa postura, podía ser algo contraproducente. Por ejemplo, dormir de lado o metiendo las manos bajo de la almohada está muy desaconsejado, ya que ambas posiciones implican un giro y una tensión en el hombro que acabarán por empeorar el dolor.
Consejos para dormir bien tras una artroscopia de hombro
Descansar bien es básico para la curación después de una intervención de este tipo. Eso es algo que todos sabemos bien. Por eso, hay que tratar de dormir bien. Por suerte, hay varias cosas que el paciente puede hacer para conseguir descansar mejor en los días o semanas posteriores a la cirugía de hombro. Las repasamos a continuación:
- Habla con el médico o cirujano: preguntar sobre las formas de dormir más recomendables para después de la cirugía y asegurarse de seguir sus consejos.
- Hablar con el farmacéutico: si necesitáramos tomar medicamentos para el dolor después de la cirugía, es aconsejable verificar si dichos medicamento tienen efectos secundarios que pudieran impedirnos dormir bien.
- Usar un cabestrillo por la noche: un cabestrillo ayuda a mantener el hombro estacionario, es decir, inmovilizado, para acelerar su curación. Su uso también reduce el riesgo de que, mientras estamos dormidos, coloquemos involuntariamente el brazo en una posición que puede causar incomodidad o dolor.
- Dormir en pendiente: si el paciente suele moverse mientras duerme o tiende a dormir de lado, debería considerar dormir en un sillón reclinable o apoyado en almohadas, creando cierta pendiente. Esto ayudar a evitar movimientos mientras se está dormido y mitigará el dolor.
- Colocar una almohada entre el cuerpo y el brazo: acostarnos en una posición diferente a la habitual puede causar calambres y entumecimiento, especialmente si ello conlleva una reducción del flujo sanguíneo. Acolchar el brazo afectado con una almohada o cojín puede ser de gran ayuda.
- Aplicar frío antes de dormir: una compresa fría puede reducir la inflamación y disminuir el dolor antes de dormir, lo que ayudará a conciliar el sueño. Para aplicar hielo de forma segura en el hombro, se puede envolver una bolsa de hielo en una toalla para luego aplicarla de forma suave sobre el área afectada durante unos 30 minutos como máximo.
Seguro que todos estos «trucos» para dormir mejor tras una artroscopia de hombro te ayudan notablemente a descansar por las noches, pero hay que mentalizarse de que este tipo de intervenciones puede implicar tener que dormir con el brazo en un cabestrillo o en una posición inclinada durante un período de entre 4 y 6 semanas. Si notas un dolor intenso o no duermes bien y te siente cansado durante el día en esas semanas iniciales, consulta a tu médico para que te ayude o asesore. Si sigues percibiendo dolor y tienes dificultad para dormir después de 6 semanas, puede que sea por algún problema en la recuperación, por lo que se recomienda pedir una cita con el cirujano.