Someterse a cualquier operación quirúrgica conlleva un determinado período de recuperación, conocido como «post-operatorio». Durante ese tiempo, que puede variar en función del tipo de operación y de la condición del paciente, se deben seguir las indicaciones del equipo médico para una rápida recuperación sin contratiempos. Uno de los aspectos que más preocupa a los pacientes es el momento de dormir, ya que muchas operaciones implican molestias y dolores que dificultan la conciliación del sueño. En este artículo, trataremos de aconsejarte sobre cómo dormir bien tras una operación de hernia inguinal.
Eso sí, ten en cuenta que aquí te ofreceremos unas pautas generales que servirán para la mayoría de personas, pero cualquier paciente deberá anteponer las instrucciones concretas que reciba de su propio médico o cirujano. Por tanto, nuestro artículo debe tomarse como simples recomendaciones para dormir después de una operación de hernia inguinal y no como una norma.
¿Qué postura es mejor para dormir después de una operación de hernia inguinal?
Antes de averiguar cuál es la mejor postura para dormir después de una operación de hernia inguinal, vamos a repasar otros aspectos también muy importantes que te ayudarán a conciliar el sueño de una forma más segura y confortable.
La primera cuestión atañe a la cama… Y es que esta no deberá ser demasiado alta, de manera que el paciente pueda apoyar sus pies en el momento de tumbarse o de incorporarse, para no tener que hacer demasiados esfuerzos en la zona intervenida.
El segundo aspecto a tener en cuenta es la ropa. Para evitar que el pijama (o la prenda que usemos para dormir) nos roce o nos tire en la zona de la herida, habrá que optar por utilizar ropa cómoda y holgada. De esta manera evitaremos daños innecesarios.
Finalmente, toca revelar cuál es la postura más recomendable para dormir después de una operación de hernia inguinal. Según los médicos, lo más aconsejable es tumbarse boca arriba, para que la zona tratada quede libre de posibles contactos con el colchón que pudieran reabrir la herida. Igualmente, se recomienda colocar un cojín entre las piernas durante las primeras semanas tras la intervención, para garantizar la postura ideal con la que la herida cicatrizará más rápido y mejor.
Siguiendo estas sencillas pautas, el paciente lo tendrá más fácil para dormir sin demasiadas molestias, al tiempo que mantiene la herida y la zona tratada a salvo de posibles roces o presiones.
Si el paciente no consigue dormirse por culpa de los dolores o las molestias, puede emplear otros «trucos» para dormir más generales, como cenar poco y temprano, o escuchar música relajante al acostarse.