En ocasiones, por circunstancias que pueden ser muy diversas, nos podemos ver en la obligación de tener que dormir con la nariz tapada, lo cual supone una dificultad.
La anatomía humana está diseñada para respirar por la nariz y soltar el aire por la boca. Por eso, cuando tenemos la nariz impedida por el motivo que sea y llega la hora de dormir con la nariz tapada, antes de que el sueño y el cansancio nos venza, vamos a tener problemas.
Además, durante la noche, lo normal es que nos despertemos en repetidas ocasiones, de forma que tendremos un sueño irregular y de poca calidad.
Qué causas nos pueden llevar a dormir con la nariz taponada
En principio, tendríamos que diferenciar entre dos tipos de motivos que nos pueden llevar a tener que dormir con la nariz taponada: problemas eventuales, de tipo ocasional, o problemas crónicos, permanentes.
Entre las causas eventuales, que van a estar presentes durante un tiempo limitado, podríamos encontrarnos con la nariz taponada:
- Después de habernos sometido a una intervención quirúrgica de nariz.
- Debido a un resfriado nasal.
- Con motivo de una rotura de tabique.
- Debido a una hemorragia nasal que nos obligue a taponar los dos orificios nasales.
Como condicionantes de tipo crónico, nos podemos encontrar con patologías como:
- Desviación de tabique.
- Sinusitis.
- Rinitis.
- Etc.
Consejos para dormir con la nariz tapada
De todos los casos que hemos comentado que podrían llevar a alguien a tener que dormir con la nariz taponada, únicamente el resfriado nasal tendría una solución a corto plazo relacionada con una apertura de las vías de respiración nasales.
Y es que, por muy congestionados que estemos, existen inhaladores con prescripción médica muy efectivos como la Nebulicina, capaces de despejar la nariz y permitirnos respirar con la boca cerrada en una noche de resfriado.
En todo caso, si es ése tu problema, también te vendrá bien en los minutos previos a irte a dormir inhalar vapores con aceites esenciales de eucalipto, de menta, de pino mugo, de aceite de almendras, etc.
En cualquiera de los otros casos, para facilitar la llegada y la calidad del sueño, se recomienda optar por hábitos saludables como comer poco y dos horas antes de ir a dormir, intentar no focalizar nuestro pensamiento en nuestro problema de nariz (leyendo, viendo una serie o película, etc.), y tomar algún tipo de infusión tranquilizante (con valeriana, pasiflora, hierbabuena, melisa, etc.).
Si lo necesitamos y nuestro médico de cabecera lo estima oportuno, recurrir a la medicina para inducir al sueño.
Cuál es la mejor postura para dormir con la nariz tapada
Pero si tenemos que dormir con la nariz tapada, tendremos que mantener la boca abierta necesariamente, y para que el aire fluya de la mejor forma posible, sin fricciones en la garganta o sensación de ahogo, lo mejor es optar por dormir de lado.
Si es posible, la mayor parte del tiempo la pasaremos recostados sobre nuestro costado izquierdo.
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